Nuestra voz es una parte vital de la vida cotidiana, la mayoría de nosotros probablemente no nos demos cuenta de cuánto la usamos a menos que la perdamos repentinamente. Ya sea comunicándonos con compañeros de trabajo, hablando con nuestra familia o utilizando el teléfono, usamos nuestras voces todo el día y todos los días. Sin embargo, normalmente lo damos por sentado y no siempre le prestamos la atención que merece. La voz necesita ser cuidada adecuadamente.
A menudo perdemos la voz después de un fuerte resfriado que se convierte en laringitis, que puede ir acompañada de tos intensa y ronquera. La mayoría de las veces, nuestra voz se recupera después de unos días. Pero de vez en cuando, la ronquera no desaparece, lo que lleva a una voz de tono bajo y áspera y, en última instancia, daña nuestros pliegues vocales. Muchas veces el descanso puede resolver este problema, pero debido a que nuestras vidas deben continuar (llamadas telefónicas, reuniones con amigos, partidos de fútbol, etc.), la voz ronca puede persistir.
La salud general tendrá mucho que ver con la salud vocal. Las personas que comen bien, cuidan su peso, minimizan el alcohol y hacen ejercicio tendrán la resistencia y la fuerza para apoyar sus voces.
A continuación algunas recomendaciones para preservar y proteger la voz:
1. No gritar ni forzar la voz en ambientes ruidosos y tampoco susurrar (requiere un esfuerzo vocal mayor del que parece). Todo ello ejerce una presión innecesaria sobre los pliegues vocales y, en ocasiones, pueden dañar la voz. Si tienes que gritar, hazlo brevemente. Usa un poco de voz fuerte y luego llévala de vuelta a un nivel de conversación.
2. Hidratarse. Beber abundante agua al día siempre ayuda a lubricar los pliegues vocales.
3. Descansar adecuadamente: intenta dormir 8 horas diarias. La voz es muy sensible a la falta de sueño. Si has estado hablando demasiado o muy alto, dale un descanso a tu voz.
4. Evitar tóxicos:
- El tabaco, la nicotina, los productos químicos y el calor inhalado pueden crear inflamación e hinchazón y causar cáncer de boca, nariz, garganta y pulmones.
- Bebe alcohol y cafeína con moderación, ya que sus efectos deshidratantes pueden tensar los pliegues vocales. Puedes beber un vaso de agua por cada taza de café o bebida alcohólica para evitar la deshidratación.
- Los antihistamínicos y algunos otros fármacos también pueden resecar toda la mucosa laríngea.
5. No aclarar la garganta ni carraspear a menudo. En vez de ello, bebe y traga agua profundamente en varios sorbos, realiza gárgaras con agua o produce una tos suave. Si tienes sensación de cuerpo extraño en la garganta, digestiones lentas o mal gusto en la boca, podría tratarse de reflujo gastrofaringeo: acude a un otorrinolaringólogo.
6. Evitar comer caramelos de menta, mentol o eucaliptus porque resecan la mucosa orofaringea.
7. Cero estrés. La tensión psicológica aumenta el grado de contracción de los pliegues vocales y predispone a las lesiones, por lo que es muy importante mantener la calma para no levantar la voz.
8. Mantener una buena higiene bucal y vocal. Tan importante es seguir las recomendaciones anteriores como cepillarse diariamente los dientes de forma correcta.
Realmente escúchate a ti mismo. Monitorea tu voz. Si tu voz es ronca o sientes que te pica la garganta debido al uso excesivo, descansa la voz tanto como sea posible y bebe agua para ayudar a lubricar los pliegues vocales. Cuando estés ronco por laringitis, un resfriado o la gripe, tómalo con calma. Evita hablar en voz alta o durante mucho tiempo, y evita forzar la voz e incluso cantar hasta que te sientas mejor
¿CUÁNDO PREOCUPARSE POR LA VOZ?
Breves períodos de ronquera después de una infección respiratoria o después de un largo período de uso de la voz no son infrecuentes. Con un poco de descanso de la voz, estos deberían resolverse en poco tiempo.
Si tu ronquera dura más de dos o tres semanas y no mejora gradualmente, especialmente si fumas o no tienes síntomas similares a los del resfriado, consulta al otorrinolaringólogo, que está especialmente capacitado para diagnosticar y tratar problemas de la laringe.
En conclusión, si tienes un estilo de vida saludable y realizas el cuidado de tu voz de la misma manera que con tu salud y bienestar en general, mantendrás una buena voz.
Aclaración: Recuerda que esta información es para fines educativos y de ninguna manera reemplaza la evaluación realizada por un profesional calificado.
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