Los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) presentan dificultades en la comunicación e interacción social, así como patrones de conducta repetitivos y restringidos. Los problemas en la comunicación verbal y no verbal representan una gran dificultad tanto para el niño/a, como para los padres, hermanos y educadores. ¿Cómo es la comunicación y el lenguaje en los niños con TEA?, ¿Cuáles y cómo son los problemas a los que se pueden ver enfrentados?, etc.
En este post te cuento más sobre cómo se ve afectada la comunicación, el lenguaje y la interacción social en los niños con TEA.
¿Cómo está afectada la comunicación y la interacción social en los niños con TEA?
En muchos casos, los niños con Trastorno del Espectro Autista parecen ser “callados” y reservados, dando la impresión de no querer interactuar con otros o no tener interés en lo que los rodea. En realidad, los niños con TEA tienen dificultades para comunicarse con otros de forma exitosa y se les hace sumamente difícil expresarse. Pueden tener dificultades en el desarrollo de las habilidades lingüísticas y no entienden lo que otros dicen. Además, los niños con TEA comúnmente tienen problemas con el lenguaje no verbal, ya que les cuesta comprender - y por ende usar - gestos manuales, el contacto visual y las expresiones faciales. Pueden tener dificultades para saber cuándo y cómo unirse a una conversación y para reconocer el habla inapropiada o hiriente. Estos factores pueden provocar que los demás niños los vean como raros o excéntricos y los conduzcan al aislamiento social.
¿Cómo es el lenguaje de los niños con TEA?
Los problemas del lenguaje son característicos del Trastorno del Espectro Autista, y muchos niños con TEA probablemente tuvieron de bebés un retraso en la aparición del lenguaje y la adquisición de los hitos del mismo. Algunas de las señales de alerta que aparecen antes de los dos años son: problemas en la atención conjunta, dificultades en la comprensión del lenguaje y pocos gestos vocales.
Los niños con un desarrollo típico comúnmente usan el lenguaje para iniciar interacciones con su entorno, con razones sociales detrás (por ejemplo: un niño de 2 años que le habla a su mamá para iniciar un juego con ella). Sin embargo, los niños con TEA usan las palabras para regular su ambiente: protestar, demandar. A esto le llamamos “ausencia de intención comunicativa”, y es característico en los niños con trastorno del espectro autista, los cuales se comunican principalmente para cubrir una necesidad, pero en pocas ocasiones porque quieran conectarse con otros o interactuar socialmente. De esta forma vemos como el aspecto social y el lenguaje se conectan y afectan uno al otro.
Es importante recordar que todos los niños son diferentes, a pesar de que puedan compartir un diagnóstico -como tener un TEA-. Por eso las habilidades del lenguaje pueden variar ampliamente de un niño a otro: podemos encontrarnos con un niño altamente funcional con un lenguaje casi “normal”, con un rico vocabulario pero que tiene una alteración en la prosodia (tono o inflexión de la voz) y/o presenta ecolalia (consiste en repetir involuntariamente una palabra o frase que acaba de oír o pronunciar él mismo), a un niño que prácticamente no se comunica verbalmente.
Dentro de otras características, podemos mencionar que los niños con TEA tienen problemas en el lenguaje receptivo. Algunos niños tienen dificultades para entender los significados del lenguaje y las emociones detrás de los distintos tonos de voz.
A continuación algunas características del lenguaje de los niños con Trastorno del Espectro Autista:
Lenguaje rígido o repetitivo
En ocaciones dicen cosas que no tienen significado o que no se relacionan con la conversación en la que están inmersos. A veces repiten una y otra vez una palabra (ecolalia) que acaban de decir o escuchar, y pueden usar frases “molde” para iniciar una conversación.
Intereses particulares
Algunos niños con TEA tienen preferencia por temas específicos, y dentro de esos pueden tener un enorme vocabulario y mostrar mayor capacidad lingüística, usualmente a modo de monólogo.
Desarrollo disparejo del lenguaje
Muchos niños desarrollan diferentes habilidades del lenguaje en tiempos diferentes al de un niño típico. Puede que sobre un tema en particular adquieran vocabulario rápidamente, mientras que en la lectura estén “atrasados”.
Comunicación no verbal
Cuando interactúan con otras personas, no establecen contacto visual o no utilizan la expresividad facial para establecer contacto social y tienen dificultades para interpretar el estado de ánimo y las expresiones de los demás. Dado lo anterior, muchas veces estos niños se frustran ya que se les hace difícil expresar sus necesidades, intereses y pensamientos a otros.
Comportamiento, intereses y actividades
Las personas con Trastorno del Espectro Autista se resisten a menudo a todo tipo de cambios, como alimentos nuevos, juguetes distintos o cambios en la disposición de los muebles o en el vestuario. Pueden estar demasiado apegados a objetos inanimados específicos. Y a menudo hacen cosas de forma repetitiva. Los niños más pequeños y/o más gravemente afectados suelen repetir ciertos actos, tales como mecerse, agitar las manos o girar objetos. Algunos pueden autolesionarse mediante conductas repetitivas, como golpearse la cabeza o morderse. Las personas afectadas de forma menos grave pueden insistir en tomar siempre los mismos alimentos en cada comida o cena. También acostumbran a tener intereses muy específicos, a menudo inusuales. Por ejemplo, un niño puede estar ensimismado con las aspiradoras.
Las personas con Trastorno del Espectro Autista acostumbran a reaccionar de forma excesiva o insuficiente a las sensaciones. Les pueden repeler de forma extrema ciertos olores, sabores y texturas, o pueden reaccionar de forma extraña a las sensaciones dolorosas, calientes o frías que otras personas encuentran desagradables. Pueden ignorar algunos sonidos y molestarse en extremo por otros.
¿Cómo ayudamos a mejorar la comunicación?
Una vez que un niño/a es diagnosticado con Trastorno del Aspectro Autista, el neurólogo probablemente lo derive a otros profesionales en intervención temprana en TEA, fonoaudióloga, terapeuta ocupacional, etc.. Estos profesionales están capacitados para ayudar a los niños con TEA a desenvolverse mejor en varios aspectos. El lenguaje y la comunicación es sumamente importante que sea intervenido de manera individualizada y específica a las necesidades de cada niño/a en particular. Recordemos que el lenguaje es un aspecto que interactúa con lo social, lo cognitivo y lo emocional, de manera que si podemos mejorar esta área, se verá reflejado de muchas formas en el día a día del niño/a.
Por otro lado, es importante mencionar que el Trastorno del Espectro Autista no es una enfermedad, por lo que no se cura y el niño crecerá con esa condición, la tendrá toda su vida. Por ello, es fundamental la intervención temprana, para brindarle mayores oportunidades para alcanzar su máximo potencial.
Aclaración: Recuerda que esta información es para fines educativos y de ninguna manera reemplaza la evaluación realizada por un profesional calificado. Si crees que tu hijo/a presenta retrasos en sus habilidades de comunicación, conversa con su pediatra o busca un fonoaudiólogo para una evaluación.
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